Queridos amigos hoy toca hablar de “prevaricación", de "corrupción”, de "cohecho", o lo que es lo mismo: del “bochorno” que nos produce a los ciudadanos, el asistir a tan lamentables espectáculos.
Podemos recordar algunos casos de corrupción acaecidos desde la “Transición”, hasta nuestros días, (la lista de escándalos es amplia y suficientemente ilustrativa): Fidecaya, Rumasa, KIO, Roldán, Urralburu, Ibercorp, Filesa, Afinsa, Gescartera, Gürtel….
Bien es cierto que éstos fenómenos se reproducen de forma cíclica, sin respetar a determinadas “ideologías” o “partidos políticos”, pues la condición humana que propicia tales desmanes, no sabe ni entiende de estas acepciones.
El tema no es nuevo, ya Aristóteles en su “Política”, nos habla de las distintas formas de gobierno y de sus respectivas desviaciones y advierte también de la corrupción inherente a las mismas. Si bien acepta, que es en la Democracia donde ésta aparece con menor frecuencia y tiene un menor impacto.
Sin embargo nos habla de la Democracia extrema o “Demagogia”, considerada una degeneración de la misma, y que se define de la siguiente forma: "los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder".
Mas no todo queda en un "asunto demagógico", el siguiente paso sería lo que Polibio, llamó “Oclocracia” considerada como el fruto de la acción demagógica y la definió como: "la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas".
El problema añadido es: "cuando los gobernantes resultan ser, aún más incultos que los gobernados"…Entonces…
Pero dejemos la Política y vamos a la Música y al Humor. Ritmo Rancio sin renunciar al ejercicio de la crítica social, pero intentando hacerlo musicalmente y en clave de humor, compuso en los años noventa, el Reggae de la Prevaricación (¡Qué Bochorno!). Han pasado algunos años y no obstante, pensamos que el tema sigue estando de "rabiosa actualidad". Mas calmemos la rabia y vamos al reggae.
El Reggae es un género musical de origen jamaicano, y como sus antecesores, el Rocksteady y el Ska, se desarrolló influido por otros estilos que se escuchaban en Jamaica, basándose en sonidos afro-americanos como el Rhythm and blues, o de origen afro-caribeño como el Calipso y otros ritmos antillanos.
El término reggae es una derivación de "ragga", que a su vez es una abreviación de "raggamuffin", que en inglés significa literalmente harapiento. Este topónimo se usó para designar a los pobres de Jamaica, y también a los "Rastas" y a los movimientos culturales de los barrios pobres; en este sentido, la palabra "reggay" significaría "regular", es decir, gente común y corriente.
La música reggae frecuentemente se inspira en temáticas de tipo social, políticas o religiosas. Este compromiso que adopta en ocasiones el reggae permite enlazarlo con otros estilos como es la canción de autor.
De modo que decidimos darle un ritmo reggae a nuestra composición aprovechando estas connotaciones aludidas (temática socio-política y canción de autor; además de gente común). El tema narra una historia "corriente" de corrupción, y termina con un “guiño” Gospel, que a modo de plegaria, se entona para la salvación del prevaricador…
Joaquín Nieto Munuera.
PS: Dejamos el audio y la letra de la canción. Observen las palabras y las "terminaciones: anno, enno, inno, onno, unno"; una forma de hablar, que suponen un atentado al castellano (producto de la cultura-incultura, local del Sureste) y que consiste en suprimir las consonantes, devorándolas ("nos comemos lah eseh finaleh de lah palabrah y también las "r" acentuando la "n" anterior. Verbi Gratia: mete lah empanadah al honno).
Asimismo, recordar el tema de la terminación "ico". Murcia ha sido la cuna de grandes personajes históricos: Alarico, Teodorico, Sigerico y otros reyes "goddos", como "Prevarico I el Soddo".
Pero ésta es otra historia...
Joaquín Nieto Munuera.
PS: Dejamos el audio y la letra de la canción. Observen las palabras y las "terminaciones: anno, enno, inno, onno, unno"; una forma de hablar, que suponen un atentado al castellano (producto de la cultura-incultura, local del Sureste) y que consiste en suprimir las consonantes, devorándolas ("nos comemos lah eseh finaleh de lah palabrah y también las "r" acentuando la "n" anterior. Verbi Gratia: mete lah empanadah al honno).
Asimismo, recordar el tema de la terminación "ico". Murcia ha sido la cuna de grandes personajes históricos: Alarico, Teodorico, Sigerico y otros reyes "goddos", como "Prevarico I el Soddo".
Pero ésta es otra historia...
REGGAE DE LA PREVARICACIÓN ( ¡QUÉ BOCHONNO! )
(Oñate-López. Murcia, 1995)
No me quiero, ni acordar, de aquel inviénno
que te echaron del equipo, de gobiénno
cuándo, al fin se supo, lo de tu sobónno
y el de algunos, altos cargos, de tu entónno
¡Qué bochónno, Señor, qué bochónno!
¡estoy, como salido, de un hónno!
Aquello, fue peor, que el mismo infiénno
por no hablar, del asunto, de tu yénno
la noche, que al salir, de un club noctúnno
que le llaman, “los anillos, de Satúnno”
donde suele acudir, todos los viénnes
a disfrutar, con las, chicas de alténne
¡Qué bochónno, Señor, qué bochónno!
¡estoy, como salido, de un hónno!
Tu hija, le atizó, en la entrepiénna
allí, donde la canne, es mas tiénna
y luego, declaró, a una revista pónno
no le dolió, porque los lleva, de adónno
¡Qué bochónno, Señor, qué bochónno!
¡estoy, como salido, de un hónno!
Tú pasabas, por allí, con tu coche modénno
y al ver, tan impertérrito, a tu yénno
gritaste, pá producirle, un daño inténno
¡con los cuénnos, hija mía, con los cuénnos!
¡Qué bochónno, Señor, qué bochónno!
¡estoy, como salido, de un hónno!
¡Qué bochónno, qué bochónno, qué bochónno,
perdónalo Señor,..............¡ALELUYA!...........