viernes, 12 de marzo de 2010

Biografía de Von Tanero: Segundo Capítulo.


Fotografía: "Agencia El Palmar Express"

   Queridos amigos: hoy vamos a continuar con el Capítulo segundo (segundo… nde lo pongas) de la saga Von Tanero. Recordamos que en el primer capítulo (Gaudeamus Igitur) de su “Biografía no autorizada, denunciada, perseguida, condenada, recurrida y desestimada”, hablábamos de los orígenes de Erich Von Tanero, de su familia, de su infancia y de su temprana afición por la música...

Queremos dejar constancia de un hallazgo sin parangón, cual es el descubrimiento, tras una ardua labor investigadora de Ritmo Rancio, del testimonio gráfico que hoy aquí se presenta. Muchos estudiosos de la “ingente” obra de Von Tanero, habían apuntado la posibilidad (poco posible) de la existencia de la “prueba irrefutable”, y por fin, ésta “ha llegado”. Gracias a los documentos rescatados, de los archivos privados del Dr. Rayito de Luna, podemos ofrecerles en exclusiva, la fotografía de Erich Von Tanero dispuesto a tocar la trompeta “de vista”.


Capítulo segundo: De Juventud (post iucundam iuventutem)

   Como decíamos en la anterior entrega, al iniciar su adolescencia, Von Tanero descubrió el “sexo débil”… al observar sus propias partes pudendas. Preso del pánico, se sometió a una enérgica terapia hormonal, que dio unos resultados espectaculares: le crecieron los pechos.

Viene aquí una oscura etapa de su biografía, no bien documentada, en la que según algunos testimonios trabajó como primera vedette en el cabaret “Paraíso” con gran éxito de público, bajo el seudónimo de “Fiona la Pechugona”.

Parece que después decidió operarse para solucionar todos sus problemas: “Quíteme de aquí y póngame de allí”, le dijo al cirujano.
Naturalmente fue despedido del trabajo: “Lo siento, Fiona, pero “sin tetas… no hay Paraíso se lamentó el gerente del cabaret.

Solucionados sus problemas de “doble pechonalidad” y nuevamente bajo la identidad de Erich, nuestro protagonista inició una etapa donjuanesca en la que se le atribuyeron diversos romances. El más “sonado” de ellos fue el que mantuvo con la famosa cantante holandesa de ópera Máxima Van Boleo, oriunda de Rotterdam, donde Erich la conoció durante la realización de un “Erasmus”.
Máxima era conocida por el sobrenombre de “La Tulipana”, y ello debido, no a su nacionalidad holandesa sino a que habitualmente vestía un original atuendo a base de “tul y pana”.

Prendada de Von Tanero, Máxima le declaró su amor desde el escenario interrumpiendo el aria de Madame Buterfly. La sordera de Erich le hizo permanecer imperturbable. Más adelante le escribió al respecto: Querida, disculpa mi actitud, pero “cuando el amor llega así, de esta manera, uno no se da ni cuenta”.
Loca de pasión, la diva propuso matrimonio a Erich, propuesta a la que éste volvió a hacer “oídos sordos”. Se conserva su correspondencia de la que transcribimos esa propuesta y la negativa de Erich:

- Máxima: “Von Tanero, Von Tanero, ¿por qué rechazas el matrimonio, pobre de mí?”
- Erich: “Van Boleo, Van Boleo, porque la vida yo la prefiero vivir así”.
“Además, añadió, (y con esto zanjaba la cuestión), me han dicho que no hay en julio, iglesias”.

Su crítica musical fue demoledora: “Esta catante ha convertido a Madame Buterfly en Madame Water-fly, transformando la grácil mariposa en mosca de inodoro”, escribió en su sección “Trinos y Gorgoritos”.

A consecuencia de esta crítica, la Van Voleo abandonó el “bel canto”. Ello dio lugar a innumerables muestras de solidaridad… con Von Tanero, lo que le supuso su consagración como crítico y el inicio de una próspera época que será objeto de próximas entregas.

Con el siguiente fascículo se obsequiará un ejemplar del libro “Mis Memorias”, de Alois Alzheimer.


Máxima Van Boleo ejecutando (literalmente) el do de “pechos” del aria de “La Valkiria”. Obsérvese el hacha (¡hacha, que gorda estás…!) con la que amenazó a Von Tanero tras la negativa de éste a contraer matrimonio.

Julián Oñate Gómez, Joaquín Nieto Munuera


Post Scriptum Dóminus Nostrum: Para conseguir la primera entrega de esta saga, encárguela a su quiosquero (qui os quero de veras), o pinche (de cocina) el siguiente enlace (matrimonial): Capítulo Primero: Orígenes. (Gaudeamus Igitur)





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