En los albores del siglo XXI, el amor romántico se ha perdido, o al menos, quizás se encuentre extraviado. Sus componentes de heroísmo y trascendencia están denostados, los sentimientos, emociones y pasiones se mezclan edulcorados, la inmediatez prima sobre la demora y por éstas y otras razones se ha perdido el “encantamiento” que se produce cuando dos personas se enamoran lenta, pacientemente, sin renunciar al cortejo, al galanteo, a las citas, a hacerse agradable a los ojos del otro. Del agrado nace la atracción, de la atracción, el deseo y de éste, la entrega. El amor no es un instante, es un proceso lleno de incertidumbres, de anhelos y desvelos ¿Tal vez estemos asistiendo a la muerte del amor?
Cuando muere el amor “el mundo entero queda deshabitado”, dice Alphonse de Lamartine. Debemos pues prevenir la pérdida del amor, al igual que lo hacemos previniendo la aparición de la enfermedad, protegiendo nuestra salud. En este sentido, proponemos una actividad preventiva y a la vez placentera, que no es otra que la de disfrutar de una buena música que hable de amor.
Tal y como se pregunta J. M. Coetzee, premio Nobel de Literatura: ¿Sería exagerado decir que la música que llamamos romántica tiene una inspiración erótica, que incesantemente avanza más allá, y trata de permitir que el oyente abandone el cuerpo, y se sienta trasportado…, para convertirse en un alma viviente?
Pues bien vamos a intentarlo. No sólo de composiciones propias vive Ritmo Rancio. Una de las actividades que más nos gustan, es la de rescatar viejas canciones que no han tenido la fortuna de ser interpretadas por artistas famosos y que por tanto, no han gozado del reconocimiento popular, aunque muchas de ellas son de una gran belleza. Hoy les traemos una Guarania titulada "Mi dicha lejana". (Letra y Música de Egmidio Ayala Báez, 1941).
La Guarania, constituye un estilo folclórico de música creada en El Paraguay por el músico José Asunción Flores en 1925. El nombre "Guaranía" se atribuye a Manuel Ortíz Guerrero y deriva de la palabra "Guaraní", por tanto es un apelativo genérico usado, para denominar a esta música.
A propósito del guarní, podemos señalar algunos datos, que pueden resultar interesantes: La población paraguaya actual, resultado del mestizaje de guaraníes (indios aborígenes) y españoles, es una sociedad no indígena que habla una lengua indígena. En Paraguay el 90% de la población habla en guaraní y tan sólo el 55% habla el castellano.
Resulta increíble que el guaraní sea la tercera lengua fuente de nombres científicos, después del latín y el griego. Un pez sudamericano mundialmente conocido es la temida piraña. Este nombre guaraní significa pez del diablo. La Piraña es sólo un ejemplo de los muchos animales y plantas que tienen nombres derivados del guaraní. Por ejemplo: Jaguar, tapir, petunia, maracuyá, ananás etc.
Pero volviendo al tema musical, les dejamos hoy esta bella Guarania “Mi Dicha Lejana”, que habla con añoranza (sublime añoranza guarda el alma mía…), de la ausencia de un dulce amor. La interpreta en castellano con algún fragmento en guaraní nuestro requinto José Manuel Dayas, “Mané”.
Cuando muere el amor “el mundo entero queda deshabitado”, dice Alphonse de Lamartine. Debemos pues prevenir la pérdida del amor, al igual que lo hacemos previniendo la aparición de la enfermedad, protegiendo nuestra salud. En este sentido, proponemos una actividad preventiva y a la vez placentera, que no es otra que la de disfrutar de una buena música que hable de amor.
Tal y como se pregunta J. M. Coetzee, premio Nobel de Literatura: ¿Sería exagerado decir que la música que llamamos romántica tiene una inspiración erótica, que incesantemente avanza más allá, y trata de permitir que el oyente abandone el cuerpo, y se sienta trasportado…, para convertirse en un alma viviente?
Pues bien vamos a intentarlo. No sólo de composiciones propias vive Ritmo Rancio. Una de las actividades que más nos gustan, es la de rescatar viejas canciones que no han tenido la fortuna de ser interpretadas por artistas famosos y que por tanto, no han gozado del reconocimiento popular, aunque muchas de ellas son de una gran belleza. Hoy les traemos una Guarania titulada "Mi dicha lejana". (Letra y Música de Egmidio Ayala Báez, 1941).
La Guarania, constituye un estilo folclórico de música creada en El Paraguay por el músico José Asunción Flores en 1925. El nombre "Guaranía" se atribuye a Manuel Ortíz Guerrero y deriva de la palabra "Guaraní", por tanto es un apelativo genérico usado, para denominar a esta música.
A propósito del guarní, podemos señalar algunos datos, que pueden resultar interesantes: La población paraguaya actual, resultado del mestizaje de guaraníes (indios aborígenes) y españoles, es una sociedad no indígena que habla una lengua indígena. En Paraguay el 90% de la población habla en guaraní y tan sólo el 55% habla el castellano.
Resulta increíble que el guaraní sea la tercera lengua fuente de nombres científicos, después del latín y el griego. Un pez sudamericano mundialmente conocido es la temida piraña. Este nombre guaraní significa pez del diablo. La Piraña es sólo un ejemplo de los muchos animales y plantas que tienen nombres derivados del guaraní. Por ejemplo: Jaguar, tapir, petunia, maracuyá, ananás etc.
Pero volviendo al tema musical, les dejamos hoy esta bella Guarania “Mi Dicha Lejana”, que habla con añoranza (sublime añoranza guarda el alma mía…), de la ausencia de un dulce amor. La interpreta en castellano con algún fragmento en guaraní nuestro requinto José Manuel Dayas, “Mané”.
Joaquín Nieto Munuera, Julián Oñate Gómez.